sábado, 21 de agosto de 2010

EL MILAGRO DE LAS ABEJAS

Desde el momento de su nacimiento Dios tenía designios especiales para Rita.


Dicen que desde que era bebe, abejas blancas se posaban en su boca sin hacerle daño y le regalaban su miel.

Un campesino, durante la siega del trigo, se había hecho un profundo tajo en la mano con la hoz. Viendo a las abejas que revoloteaban sobre la niña, quiso espantarlas con sus brazos pero a medida que las alejaba, la herida comenzó a curarse hasta quedar la piel lisa y fresca como si nada hubiera ocurrido.

Después de 200 años de la muerte de la Santa, las abejas blancas comenzaron a aparecer en las paredes del monasterio de Casia durante la Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita el 22 de mayo en que retornaban a su inactividad hasta la próxima Semana Santa. El papa Urbano lo de las misteriosas abejas pidió que le llevaran una y luego de exhaustivos estudios, le ató una cinta de seda y la dejó libre. Ésta se descubrió más tarde en su nido en el monasterio de Casia, a 138 km de distancia.

Los huecos en la pared donde las abejas permanecen hasta el año próximo, pueden ser vistos por los peregrinos que llegan hoy al monasterio.

En la actualidad, “ las Abejas de Santa Rita” son numerosas huérfanas que moran cerca del santuario y comen, se educan y viven gracias a la santidad de Santa Rita y a las generosas limosnas que los devotos ofrecen.

Todo fue posible, a través del amor, para nuestra Santa de los Imposibles.